Universidad de los Andes
Facultad de Humanidades y Educación .
Escuela de Educación
Departamento de Educación Física .
Cátedra :Investigación Cualitativa y Cuantitativa .
CREACION
DE
la
MUJER .
Integrantes:
MENDEZ IVAN.
Mérida, Octubre 2010.
La historia de la creación. Esta historia se encuentra en el primer libro de la Biblia. Este libro se llama "Génesis". La palabra "Génesis" significa "nacimiento" o "origen". El primer libro de la Biblia nos cuenta del principio o origen de todo. Le da la historia de los primeros miembros de su familia. En este libro se encuentran las primeras promesas que le dan la oportunidad de vivir eternamente.
El primer versículo de la Biblia describe la creación del universo en términos muy simples. Dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra". Ningún libro de ciencia o filosofía nunca ha podido mejorar esta simple declaración de la realidad.
La Biblia describe el proceso de la creación en términos de "días".
En el primer día Dios creyó la luz.
En el segundo día Dios creó la "expansión" o la "atmósfera" de la tierra.
En el tercer día Dios formó las aguas y la tierra seca. También hizo crecer los árboles y las hierbas.
En el cuarto día Dios creyó el sol, la luna, y las estrellas.
En el quinto día Dios creó los peces del mar y las aves que vuelan en los cielos.
En el sexto día Dios creó las otras criaturas de la tierra, y también creó al hombre.
En el séptimo día Dios descansó.
El hombre era diferente que todas las otras criaturas de la tierra porque fue creado en la imagen de Dios. Todas las criaturas de Dios tienen vida, pero solo el hombre tiene un espíritu.
El primer hombre se llamaba "Adán" que quiere decir "hombre". El hombre fue dado dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, y sobre toda criatura viva que se movía en la tierra.
Dios trajo todas las criaturas de la tierra a Adán, y los nombró. Sin embargo, ninguna criatura fue idónea para el hombre y no fue bueno que él estuviera solo. Por eso, Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán y mientras dormía, Dios tomó de él una costilla, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla de Jehová que Dios había tomado del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. (Génesis 2:21-22)
Adán y Eva vivían en un huerto hermoso. Este huerto se llamaba "Edén". Era un paraíso. Estaban muy gozozos. Tenían todo lo bueno para comer. No había espinos ni cardos. No había tormentas. Nunca llovía. El suelo estaba regada por una neblina que subió de la tierra. Todo estaba tranquilo. Aún los animales no se mataban. Ellos comían la hierba verde que Dios les había dado.
En el centro del huerto estaban dos árboles muy importantes. Uno era el "árbol de vida". El otro era el "árbol de la ciencia del bien y del mal".
Jehová Dios mandó: "De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás".
Satanás estuvo en el huerto también. El apareció a Adán y Eva en la forma de una serpiente. Era muy hábil. Aunque estaban en paraíso, él les hizo descontentos. Les hizo dudar la bondad de Dios. Adán y Eva conocían solo lo bueno, pero el diablo los engañó para que desearan lo malo.
Dios dijo que si comieran de aquel árbol muriran. Dios es verdad y no puede mentir. Eva debería haberle creído a Dios, pero no lo hizo. La serpiente era una mentirosa. El dijo que no morirían. Eva rechazó la verdad y creyó una mentira. Ella fue engañada. La fruta prohibida le pareció buena para comer. Era hermosa. Era deseable para hacerle a ella sabia. Por eso, comió la fruta prohibida. También, ella le dio la fruta a su esposo.
Entonces sus ojos fueron abiertos. Su inocencia fue quitada y ellos ya sabían que estaban desnudos. Ahora, conocían la maldad de la cual su Dios cariñoso trataba de protegerles. Ahora, tenían dolor y problemas. Ahora, sufrieran y murieran. Ahora, tenían vergüenza de su desnudez y trataban de cubrirse con delantales de hojas de higuera.
Jehová Dios dijo: "¿Has comido del árbol de que yo te mande no comieses?"
Lo habían hecho, pero no querían confesarlo. Adán trataba de culpar a su esposa. El dijo: "La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí".
La mujer trataba de culpar a la serpiente. Ella dijo: "La serpiente me engañó, y comí".
La realidad es que una persona peca cuando de su propia conciencia es atraido y seducido. El pecado no empieza fuera de nosotros y entra por fuerza. Empieza dentro de nosotros y sale por fuera.
Como resultado de este pecado, el mundo quedó maldito. Adán y Eva fueron sacados del huerto de Edén. Querubines, con una espada encendida, quedaron en la puerta al huerto para guardar el camino del árbol de la vida. Espinos y cardos comenzaron a crecer. Sobrevivir ahora sería muy difícil. El hombre tendría que cuidarse constantemente de peligro. Las mujeres con dolores de parto darían a luz a sus hijos. La serpiente tendría que irse sobre su pecho y comer polvo todo los días de su vida.
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